23 de agosto de 2016

ALISON Y BRUNO CONQUISTAN ORO EN CASA Y BRASIL VUELVE AL LUGAR MAS ALTO DEL PODIO


Al vencer a los italianos Nicolai y Lupo en la madrugada de este viernes 919/08), por 2-0 (21/19, 21/17), en 45 minutos, Alison y Bruno entraron para la historia del deporte brasileño conquistando la medalla de oro del vóley de playa en los Juegos Olímpicos de Rio. En casa, los 12 mil espectadores que llenaron la arena de Copacabana, pudieron descargar el grito que llevaban en la garganta hace 12 años. Fue el tercer oro del vóley de playa brasileño, repitiendo lo hecho por Jackie Silva / Sandra Pires (Atlanta 1996) y Ricardo/Emanuel (Atenas 2004).

 Alison y Bruno, campeones mundiales, tenían una dura misión frente a los italianos, bicampeones europeos. Pero dominaron durante prácticamente toda la disputa. Alison consiguió seis bloqueos, frente a cinco de Nicolai. Empate en aces, con dos puntos para cada equipo. Empate también en puntos cedidos por errores. Ocho para cada lado. La diferencia estuvo en el volumen de juego: 15 defensas contra cinco de los italianos.


La campaña de los brasileños contó con seis victorias y una derrota, aún en la primera fase. Apenas cuatro sets perdidos. Eliminaron en las octavas de final al equipo de España, ex campeón europeo, en las cuartas de final la dupla norteamericana, con el campeón olímpico Dalhausser, y en la semifinal a los ex campeones mundiales de Holanda. Evolución partida a partida.


Oro de Bruno Schmidt, que escuchó en muchas oportunidades, que con su altura –1,85m – no podría jugar vóley. Oro para Alison, que menos de dos años antes de los Juegos tuvo que superar una seria operación de rodilla. En seguida apendicitis. Una vez más en el hospital. Se torció también el tobillo en la primera fase. Felizmente, para el vóley de playa brasileño Alison y Bruno no desistieron. Darse por vencido no era una opción para la dupla.


Apuntado antes de los Juegos com medalla segura para el país, el vóley de playa no decepcionó. Con plata de Agatha y Bárbara Seixas, conquistada el último jueves, Brasil tiene ahora 13 medallas en el deporte en la historia del mayor torneo deportivo del mundo. Es el país con más medallas. Son tres oros, siete platas y tres bronces.


Alison dedico la medalla para los brasileños y se emocionó al hablar de Emanuel, ex compañero que estaba en la arena como comentarista: “Es la realización de un sueño, la ficha no caerá tan rápido. Un sueño para mi país, que merece. Los que hicieron la diferencia en estos Juegos fueron los aficionados. Empujaron, estuvieron a nuestro lado en los momentos difíciles. En nuestras partidas tuvimos, público, viento y lluvia. Un atleta tiene que pasar por eso para ser campeón, con mucha humildad, respetando a los otros”, dijo Alison, que completó.


“Emanuel me enseño todo lo que sé como atleta, un hermano mayor. Me mostró el camino. Respetar un adversario, como tratar el balón. Creer en nuestros sueños. Estar con él aquí hoy comentando la partida, para mí es la realización de un sueño. Entrar para ese grupo selecto de campeones olímpicos es increíble, no tengo palabras. Debo mucho a él y él lo sabe” agregó el atleta.


Bruno Schmidt resaltó el apoyo de su padre, Luiz Felipe, que nunca lo dejó desistir del deporte, a pesar de su estatura ser más baja que la de los rivales: “Yo le preguntaba ´Papá estoy perdiendo tiempo?´ Mis amigos están recibidos y yo aquí. Él nunca me dejó parar, dedico todo en mi vida a él. Gracias a él estoy aquí. Siempre creyó en mí. Más aún que yo mismo. Siempre decía que nada llegaría fácil. Cuando perdimos la partida de la primera fase, mi psicológico comenzó a sufrir. Él nuevamente dijo que sería difícil, pero que llegaría a ser campeón”, dijo el campeón olímpico.

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