En la cuarta final consecutiva de los Juegos Olímpicos, Brasil conquistó la cuarta medalla, en esta oportunidad de oro y en casa, en la primera edición del campeonato más importante del calendario deportivo en suelo brasileño. El equipo dirigido por el técnico Bernardinho obtuvo su tercera medalla olímpica este domingo al vencer a Italia en la gran final por 3-0 (25/22, 28/26 y 26/24), en 1h37 de juego, en el gimnasio del Maracanãzinho, Rio de Janeiro.
Las tres primeras medallas de oro habían sido conquistadas en Barcelona/92, bajo el comando de José Roberto Guimarães, y en Atenas/04, ya con Bernardinho. Además, Brasil conquistó medalla de plata olímpica en Los Angeles /84, Pequín/08 y Londres/12.
Brasil llegó para la disputa de la final con seis victorias – sobre México, Canadá, Francia, Argentina y Rusia – Y dos resultados negativos, sufridos por la propia Italia y por los Estados Unidos en la fase clasificatoria.
Después de la ceremonia de premiación, la Federación Internacional de vóley (FIVB) divulgó los mejores de los Juegos Olímpicos y Brasil tuvo cuatro representantes. El levantador Bruninho fue elegido el mejor de su posición, Wallace fue el mejor opuesto, Lucarelli, el mejor puntero y Serginho fue elegido el mejor líbero y el mejor jugador de la competición. Los mejores centrales fueron Birarelli de Italia, y Volvich de Rusia. El otro puntero elegido fue Russel de los Estados Unidos.
Además del mejor opuesto de los Juegos Olímpicos, Wallace fue el mejor anotador de la decisión, con 20 aciertos. El puntero Lipe, con 11, también anotó por los brasileños. En Italia, el opuesto Zaytsev fue el mayor anotador, con 17 puntos.
En su novena participación en los Juegos Olímpicos, como jugador, asistente técnico y entrenador, Bernardinho conquistó, este domingo su sexta medalla. Para el entrenador el principal momento de todos es disfrutar la felicidad de un gimnasio lleno: “Mi medalla de oro es estar allí atrás y poder ver a los atletas en los más alto del podio y todo el gimnasio gritando es campeón. Eso, para mi es único. Escuchar el himno nacional, la bandera subiendo, todos llorando, porque es algo muy emocionante, tantas cosas contenidas, esas ganas de ser campeón que la afición esperaba, es la imagen que guardo”, afirmó.
Uno de los principales símbolos de esta selección campeona olímpica, el líbero Serginho disputó su cuarta final de los Juegos y consiguió su segunda medalla de oro con la victoria de este domingo contra Italia. El jugador, elegido MVP de la competencia comentó sobre la conquista y momentos de dificultad de la campaña brasileña.
“Quiero descansar, disfrutar a mis hijos y mi casa. Ellos me pedían que fuéramos nuevamente campeones olímpicos y no debo nada más a nadie. Los jugadores y yo tuvimos una conversación muy franca antes de la partida frente a Francia y les dije que me estaba sintiendo como en una unidad de terapia intensiva. Avisé que iba a luchar para salir de esa condición y que ellos me ayudarían. Los jugadores entendieron. Esa fue mi última Olimpiadas y ellos me ayudaron a convertirme en bicampeón olímpico. Fue muy gratificante participar de este grupo”, afirmó Serginho.
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